¿Qué es el sustrato?

Se refiere al medio o material sobre el cual crecen las plantas en un entorno de cultivo. Este material proporciona soporte físico a las raíces de las plantas y también sirve como reserva de agua y nutrientes. Los sustratos pueden ser de naturaleza orgánica o inorgánica, y pueden incluir mezclas de tierra, turba, fibra de coco, perlita, vermiculita, arena, entre otros muchos materiales. La elección del sustrato depende de varios factores, como el tipo de planta, las condiciones ambientales, y los requisitos de drenaje y nutrición. Los sustratos juegan un papel crucial en el éxito del cultivo de plantas en diferentes entornos, ya sea en cultivos agrícolas, jardinería doméstica o cultivo comercial.

Sustratos de depuradora

Los sustratos de depuradora son muy habituales en todo tipo de cultivos y sustratos para la venda a particulares. Son materiales orgánicos o inorgánicos que han sido tratados y depurados en una planta de tratamiento de aguas residuales. Estos materiales suelen provenir de lodos de depuradora, los cuales pasan por un proceso de deshidratación, desinfección y estabilización para eliminar patógenos, reducir o eliminar olores y disminuir la presencia de contaminantes químicos.

Estos sustratos depurados pueden ser utilizados en diversas aplicaciones, como la agricultura, la jardinería o la restauración de suelos degradados. En la agricultura, por ejemplo, se pueden emplear como enmiendas orgánicas del suelo para mejorar su estructura, capacidad de retención de agua y contenido de nutrientes. En la jardinería, pueden ser utilizados como sustratos para macetas o para la siembra directa en el suelo. Además, su uso en la restauración de suelos degradados puede contribuir a la mejora de la calidad del suelo y la biodiversidad.

Es importante destacar que, aunque los sustratos de depuradora han pasado por un proceso de tratamiento para reducir su contenido de contaminantes, es fundamental asegurarse de que cumplan con los estándares de calidad y seguridad establecidos antes de su uso en aplicaciones agrícolas o de jardinería. Además, es necesario tener en cuenta las regulaciones locales y nacionales relacionadas con el uso de estos materiales para garantizar su manejo adecuado y minimizar cualquier riesgo para la salud humana y el medio ambiente.

La realidad es que muchos sustratos empleados en el día a día son de «mala calidad» y  contienen metales pesados, residuos químicos, etc. Eso es así porqué hay muchos vacíos legales, son baratos e incluso se pueden conseguir de forma «clandestina». Digamos que al final, aunque cada vez está todo más regulado, aún hay mucha mala práctica dentro de estos sectores, sobre todo si no son profesionales, como pueden ser cultivos particulares.

En jardinería ornamental quizás no es tan determinante porqué en principio no vas a consumir estos productos en un futuro. Cuando se trata de cultivos, la cosa cambia. Al final, estos materiales que se encuentran en el sustrato son absorbidos por la planta, y en última instancia llegan a tu organismo.

Sustratos fertilizados

Los sustratos fertilizados químicamente son aquellos que han sido enriquecidos con fertilizantes químicos para proporcionar nutrientes adicionales a las plantas que crecen en ellos. Estos fertilizantes químicos pueden contener una variedad de compuestos, como nitrógeno, fósforo, potasio y otros micronutrientes esenciales para el crecimiento saludable de las plantas.

El uso de sustratos fertilizados químicamente puede ser beneficioso en ciertas situaciones, como en la agricultura intensiva o en la producción comercial de plantas, donde se requiere un suministro constante y controlado de nutrientes para optimizar el crecimiento y rendimiento de los cultivos.

Sin embargo, también hay consideraciones importantes a tener en cuenta al utilizar sustratos fertilizados químicamente:

  1. Posible acumulación de sales: El uso excesivo de fertilizantes químicos puede conducir a la acumulación de sales en el sustrato, lo que puede afectar la absorción de agua y nutrientes por parte de las plantas y provocar problemas de toxicidad.
  2. Impacto ambiental: La aplicación excesiva o inadecuada de fertilizantes químicos puede provocar la lixiviación de nutrientes hacia los cuerpos de agua cercanos, lo que puede contribuir a la contaminación del agua y la eutrofización.
  3. Dependencia de fertilizantes: El uso continuado de sustratos fertilizados químicamente puede crear una dependencia de los fertilizantes para mantener la fertilidad del sustrato, lo que puede no ser sostenible a largo plazo.

En resumen, si bien los sustratos fertilizados químicamente pueden proporcionar beneficios nutricionales a las plantas, es importante utilizarlos de manera responsable y controlada, siguiendo las recomendaciones de aplicación y evitando la sobre fertilización para minimizar los impactos negativos en el medio ambiente y la salud de las plantas.

El uso de sustratos fertilizados químicamente puede tener algunas consecuencias para la salud humana, especialmente si no se manejan adecuadamente. Algunos de los riesgos potenciales incluyen:

  1. Exposición a productos químicos: El manejo y la aplicación de fertilizantes químicos pueden exponer a las personas a productos químicos tóxicos, como nitratos, fosfatos y otros compuestos presentes en los fertilizantes. La exposición prolongada o en concentraciones elevadas puede aumentar el riesgo de irritación de la piel, ojos y vías respiratorias, así como problemas de salud más graves en casos extremos.
  2. Contaminación de alimentos: Si los cultivos se cultivan en sustratos fertilizados químicamente y no se administran correctamente, pueden acumularse niveles excesivos de residuos de fertilizantes en los productos alimenticios. Esto puede representar un riesgo para la salud humana si se consumen alimentos contaminados con altas concentraciones de productos químicos tóxicos.
  3. Impacto en la calidad del agua: El exceso de fertilizantes aplicados a los sustratos puede lixiviar hacia el suelo y contaminar las aguas subterráneas y superficiales. Esto puede afectar la calidad del agua potable y del agua utilizada para el riego, así como causar daños a los ecosistemas acuáticos debido a la eutrofización y la proliferación de algas.

Cultivo ecológico

Aunque es más costo y quizás menos «resultón» y menos productivo, el uso de cultivos ecológicos garantiza una mejor calidad del producto final y sobre todo, y más importante, libre de elementos peligrosos que pueden llegar a nuestro organismo.

 

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